1 de mayo de 2007

Igeniería genética: clonación y células madre.

1. INGENIERÍA GENETICA: CLONACIÓN Y CÉLULAS MADRE.

En las últimas décadas, la genética ha dado un paso importante. Llega el momento en el que se comienza a “tocar el gen”. Es decir, se da el salto de una genética meramente científica a una genética manipuladora, que puede comenzar a intervenir directamente en el material genético. Comienza a convertirse en una ciencia aplicada, cuyas consecuencias en el desarrollo tecnológico de la humanidad empieza a vislumbrarse[1].

1.1. La clonación[2].
Clonar es obtener entidades vivas con idéntica composición genética. La clonación es un tipo de reproducción asexual, que se da en seres vivos unicelulares inferiores en las divisiones por bipartición. Se obtienen individuos exactamente iguales al progenitor.
La reproducción sexual ha supuesto la posibilidad de supervivencia de las especies animales, porque garantiza una gran riqueza en el entrecruzamiento genético además, se va produciendo una selección natural, de modo que van aconteciendo mutaciones que favorecen que las especies se vayan adaptando a las condiciones adversas del medio ambiente. Por este motivo, puede afirmarse que la clonación es un paso atrás en la reproducción adulta.
Los científicos siempre han investigado con las fuentes de la vida y con la posibilidad de intervenir sobre esta. No puede quedar duda de que cada vez es más posible hacer realidad cualquier sueño, y la clonación de mamíferos y por tanto de seres humanos forma parte de esta historia.
La primera técnica que se intentó fue la escisión gemelar. Los gemelos es la forma más cercana a la clonación aunque es una forma de reproducción sexual. En el caso de los gemelos, lo que sucede es que tras la fecundación de un óvulo y de un espermatozoide, es decir, reproducción sexual, tras las primeras divisiones celulares, se observan los dos pronúcleos, pero en lugar de seguir la división celular al estadio de cuatro células sucede una escisión y cada una de esas células comienza a gestar un nuevo individuo.
Lo que la técnica consiguió por escisión celular, fue provocar tantos gemelos como se deseasen. En 1993, se habló de clonación humana. J. Hall y R. Stilman, de la Universidad George Washington
[3], comunicaron que había conseguido, por medio de un método fisicoquímico, obtener células separarlas a partir de un embrión de fase de 2, 4, 8 y hacer que cada una de las células se reprodujese independientemente. Se podrían obtener tantos hermanos gemelos como se quisiera. “Es importante resaltar que esta técnica se debería calificar como gemelación artificial, ya que es el mismo proceso por el que se constituyen los gemelos idénticos”[4].

1.1.1. La técnica de la clonación[5].
La clonación de la oveja Dolly en 1997, es fruto de otra técnica y es en sentido literal clonación, es reproducción asexual.
A la madre de la oveja Dolly se le estimuló la ovulación hormonalmente y se le extrajo un óvulo que se introdujo en un caldo de cultivo. El óvulo es un gameto y todos los gametos tienen la mitad de los cromosomas de su especie; por sí mismo no puede ser fecundado. Lo que se hizo es extraer el núcleo de la célula del óvulo, tenemos, pues, el óvulo enucleado.
De una célula de glándula mamaria, que es una célula somática y por lo tanto tiene el número doble de cromosomas, se le extrajo el núcleo. Por medio de un impulso eléctrico se introdujo el núcleo de la célula somática en el óvulo enucleado, como si fuera la fecundación y comenzó el desarrollo embrionario. Se introdujo en el útero de una tercera oveja a la que se había preparado hormonalmente para acoger la gestación y ésta se produjo con toda normalidad. Nació la oveja Dolly exactamente igual a su madre en su patrimonio genético y en su aspecto físico.
Hay que decir que para que naciese la oveja Dolly tuvieron que realizarse 277 transferencias nucleares de las que se obtuvieron 27 embriones, los cuales se transfirieron a las ovejas seis días después. Sólo nació la oveja Dolly. Cabe pensar en estos mismos porcentajes, de embriones humanos eliminados, en el caso de realizarse esta clase de experimentos con gametos humanos.
Con pequeñas variaciones de la técnica, se ha conseguido clonar diferentes animales, recientemente un potrillo de pura raza, pero la eficacia sigue siendo muy baja.
Los primates son los animales más próximos al hombre, y se prevé que si se consigue la clonación de un primate se esté muy cerca de la clonación humana
[6].
Hasta ahora no se ha conseguido. La técnica ha sido similar y se consigue introducir el núcleo de una célula somática en el óvulo y que comience un desarrollo que no podemos definir como embrionario. Tampoco se puede llamar cigoto a la nueva célula y la denominan nuclóvulo, se ha observado que tras un período de división celular indiferenciado las células degeneran y mueren, es decir que carece de la información para convertirse en un embrión que se ha generado de forma artificial.
En los primates al realizar la clonación se ha observado que faltan unas proteínas claves para la división celular, lo que hace que unas células tengan exceso de cromosomas y otras en cambio déficit, lo que provoca que no avance el proceso reproductivo, parece ser que estas proteínas no faltan en las células de ratones u ovejas donde se ha realizado la clonación. ¿Quiere esto decir que va a ser imposible clonar con fines reproductivos seres humanos? Hoy lo es, pero el futuro está por escribirse. La clonación reproductiva está prohibida prácticamente en todos los países, pero sabemos que esto no es óbice para investigadores sin escrúpulos sigan experimentando.

1.1.2. Modalidades de clonación[7].
Se habla mucho de los diferentes tipos de clonación y de la licitud de unos y otros, pero hay que decir que la técnica es idéntica para ambos y que lo único que varía es la motivación para la cual se busca crear un clon humano.
No existen diferentes tipos de clonación; lo que hay son finalidades distintas; clonación con finalidad reproductiva y clonación con finalidad terapéutica.
En la clonación reproductiva se procuraría crear seres humanos idénticos a uno ya existente. Tenemos que pensar que el hijo clónico sería idéntico en patrimonio genético y en su fenotipo a la persona que le haya donado el núcleo diploide de la célula somática para que se desarrolle, y es necesario un óvulo que puede provenir de un banco de óvulos o de cualquier mujer, que tendrá que ver o no con el individuo que se va a clonar.
La clonación terapéutica, como ya he dicho, es una técnica similar a la reproductiva, pero en este supuesto la finalidad que se persigue es clonar a un individuo para que sus células sirvan de tratamiento curativo a su “progenitor enfermo”. Esta definición hoy no es realizable porque no se han podido clonar seres humanos, pero lo que se abre es la posibilidad de clonar e investigar sin ningún reparo sobre los clones en cuanto la técnica sea viable.
Para determinadas enfermedades que hoy son de difícil tratamiento se ha comprobado la utilidad de poder utilizar células madre embrionarias en su curación. El problema, de las células madre embrionarias de un individuo diferente del enfermo es que se va a ocasionar un rechazo. Este rechazo, se evitaría al disponer de células madre embrionarias del propio individuo. Pues bien, la técnica permitiría hacer un clon del individuo enfermo y utilizar sus células madre que serán genéticamente idénticas y no ocasionarán ningún rechazo. El embrión muere al quitarle las células madre.
Si fuera preciso se haría terapia génica en las células madres del clon que estén enfermas.
Como se puede comprobar, la clonación no es terapéutica porque no cura ninguna enfermedad, sino que manipula la vida en sus primeros estadios.
Requiere crear una gran cantidad de embriones para intentar conseguir sus objetivos, que como he explicado, conlleva la pérdida, es decir la muerte de una cantidad indeterminada de vidas humanas, embriones que se habían desarrollado con la única finalidad de intentar que uno entre mucho, consiga salir adelante, para servir a los intereses de alguien.
No respeta la vida ni la dignidad humana en el más elemental de sus derechos, siendo este el primer problema al que se enfrenta la clonación
[8].
Todo lo referente a la clonación humana, es de momento experimental, por lo que se requiere gran cantidad de embriones, para lo que se denomina “investigación embrionaria”, pero no cabe duda que de tras de todo existe toda una carrera de intereses comerciales de las industrias farmacéuticas
[9].

1.2. Células madre.
Las células madre (stem cell) son aquellas células que se dividen indefinidamente, formando otras iguales a ellas, y que además según las necesidades del organismo, dan lugar a células especializadas.
Existen dos tipos de células madre por su origen, que son: las células madre embrionarias, fetal, incluyendo las del cordón umbilical y las células madre del adulto.
En 1998 se aísla por primera vez células embrionarias humanas que pueden trasladarse de un tejido a otro, incluyendo el hígado, el riñón, la sangre o el corazón.
Diferentes grupos de investigadores demostraron que las células cerebrales se regeneraban, abriendo así nuevas vías de investigación para el desarrollo de terapias impensables hasta ahora para enfermedades degenerativas como el alzheimer, parkinson… Naciendo así la medicina regenerativa, lo que abre unas expectativas nuevas para la medicina.
Las células madre se pueden conseguir de dos modos: la clonación no reproductiva, el transplante de células estaminales embrionarias adultas y el transplante de células madre adultas.

1.2.1. La clonación no reproductiva.
También llamada terapéutica, es la misma técnica que he expuesto en el apartado dedicado a la clonación. Lo que sucede, es que cuando se plantea como una técnica que, hipotéticamente, va a solucionar gran parte de las enfermedades de la humanidad, se amortiguan los efectos de rechazo que suscita la clonación.
En esta técnica, se trasfiere el núcleo de una célula somática diferenciada al citoplasma de un óvulo humano, al que previamente se le ha quitado el núcleo, convirtiéndola así al equivalente de un cigoto que puede iniciar un proceso de desarrollo embrionario normal. El destino de este embrión no es el de ser transferido a un útero materno, sino el de mantenerlo en el laboratorio a fin de utilizar sus células troncales totipotentes (que pueden servir para diversas funciones) para tratar de desarrollar en el laboratorio determinados tejidos u órganos.

1.2.2. Trasplante de células estaminales embrionarias 10].

En este caso la preparación de células madre implica lo siguiente:
– La producción de embriones humanos con este fin mediante la reproducción asistida o la utilización de los “sobrantes” de la fecundación in vitro.
– Su desarrollo hasta la fase de blastocito inicial (64 células).
– La extracción de la masa celular interna que implica la destrucción del embrión.
– El cultivo de dichas células en un ambiente adecuado, donde se multiplican hasta la formación de colonias.
– Repetidos cultivos de las células obtenidas, que llevan a la formación de líneas celulares capaz es de multiplicarse indefinidamente, conservando las características de las células madre.
1.2.3. Transplante de células adultas.
Cuando parecía que el prodigio de las células madre tenía que pasar necesariamente por el sacrificio de embriones apareció publicado un artículo del grupo de investigación del doctor Vescovi, neurobiólogo de Milán
[11]. El trabajo de Vescovi acabó con los dos obstáculos: consiguió cultivar células madre de tejido nervioso en el laboratorio y consiguió que esas células se transformaran en células sanguíneas. Se reconoció que las células madre de adultos eran más plásticas de lo que se pensaba y capaces de convertirse en tejidos distintos de aquellos para los que en principio estaban destinadas: las células madre de adulto podían deshacer su propio destino, convirtiéndose en células de un tipo distinto del que habrían sido en condiciones normales.
También las células madre de adultos tienen algunos problemas para su manipulación exitosa. Hasta hace poco parecía imposible cultivarlas en grandes cantidades en el laboratorio. Ahora parece que ese obstáculo se ha sorteado, pero todavía persiste la duda de si las células madre de adulto serán capaces de transformarse en cualesquiera células del organismo humano. Todos los meses se viene anunciando progresos en este terreno. Una de las publicaciones habla de la presencia de células madre en tejido adiposo. De ser así se superaría el problema del difícil acceso para la obtención de células madre de adultos
[12].
Las células madre de adultos ganan ahora mismo la carrera a las células madre embrionarias porque están acreditando su enorme versatilidad y ofreciendo algunos éxitos terapéuticos. En las células madre embrionarias todavía se están investigando el modo de conseguir que se desarrollen en un sentido determinado.
Las células madre abren un campo al posible tratamiento de enfermedades degenerativas que precisan de células sanas para comenzar a regenerar determinados tejidos. Por ejemplo se especula con la posibilidad de utilizar células madre para el tratamiento del Parkinson o del Alzheimer porque parece que neuronas embrionarias podrían sanear a neuronas enfermas y proliferar como tejido sano.
La primera dificultad es la de especializar a las células madre embrionarias porque es un complejo proceso de silenciar genes y reactivar selectivamente otros para dirigir el crecimiento celular.
Una vez que se ha conseguido, otra dificultad es la reinserción en el tejido enfermo y que las reconozca su nuevo huésped.
1.3. Ventajas de las células madre adultas sobre las células madre embrionarias.
La forma de obtención, la proliferación, la mayor histocompatibilidad, la posibilidad real de aplicaciones clínicas y su pluripotencialidad, son algunas de las ventajas que presentan la células madrea adultas frente a las embrionarias.
1.3.1. La forma de obtención.
La forma de obtener las células madre embrionarias es mucho más costosa, como ya hemos visto anteriormente supone siempre la destrucción de una vida humana para obtener unas células. Se trata de sacrificar un ser humano en sus primeras fases de desarrollo, utilizándolo como medio no como fin en sí mismo.
A las células madre adultas se puede acceder con más facilidad. Hoy se ha comprobado que están en la práctica totalidad de los tejidos maduros. De todos es conocido que se encuentran en médula ósea, pero si se confirma que se encuentran en gran cantidad en tejido adiposo ésta puede ser una fuente prácticamente inagotable.
Con esta razón bastaría para no seguir por el camino de destrucción de embriones humanos, pero además, existen otras ventajas desde el punto de vista científico y práctico.

1.3.2. Proliferación.
Hasta hace poco se constataba que las células madre adultas tenían dificultades para proliferar en el medio de cultivo, lo hacían mucho más rápido las células embrionarias. Hoy conociendo más y mejor los mecanismos de proliferación celular se pueden cultivar las células adultas con una velocidad de proliferación similar a las embrionarias.
Con las células madre embrionarias es difícil dirigir su crecimiento y dirigir su especialización. Se consiguen masas de células indiferenciadas.
1.3.3. Histocompatibilidad.
Las células madre de adulto son histocompatibles con el individuo del que proceden. En caso de alteración que precisara tratamiento con células madre las del propio individuo, tratadas convenientemente son las adecuadas y nunca ocasionaran rechazo. Si estuvieran dañadas en sus genes se podría realizar terapia génica antes de reincorporarlas al individuo enfermo.
Las células madre embrionarias no son histocompatibles y nunca lo serán porque se extraen de una nueva criatura a la que se le da muerte. Si se realizan tratamientos con células madre embrionarias sería necesario dar tratamiento inmunosupresor.

1.3.4. Aplicaciones clínicas.
Hasta el momento actual, no se ha conseguido realizar ningún tratamiento experimental con células embrionarias, ya que no se han podido diferenciar. Por el contrario, la literatura científica está llena de experimentos e investigaciones con células adultas; afecciones cardíacas, en problemas de retina y se espera tener hallazgos próximamente con células pancreáticas o del sistema nervioso para el Alzheimer o el Parkinson.

1.3.5. Pluripotencialidad.
Se pensaba que las células madre embrionarias serían mejores por ser más pluripotenciales, por estar más indiferenciadas, y que las células maduras no sería posible dirigirlas hacía cualquier tejido. Después del descubrimiento del Dr. Vescovi del que ya he hablado, esta teoría ha perdido terreno, es más, hay amplias ventajas en las células madre adultas que se dirigen mejor, su programación genética tiene algunos rasgos adultos. En las embrionarias no se han silenciado genes, y hasta el momento no se puede conseguir, y los tejidos que se forman con frecuencia hacen masas tumorales.
Hasta este momento son todo ventajas para las células madre adultas y no supone su manejo ningún problema ético, todo lo contrario, son células somáticas que se pueden tratar para beneficio de la persona. Por el contrario:
“La obtención de un embrión clonado por transferencia de núcleo plantea el problema ético de haber creado un embrión humano que ha de ser destruido para establecer los cultivos celulares deseados”
[13].
¿Qué motivaciones están debajo del interés desmedido por la investigación con células madre embrionarias? ¿Intereses económicos? ¿Jugar con las fuentes de la vida? Parece ser que detrás de esta insistencia en las células madre embrionarias existe un sospechoso interés comercial de importantes empresas farmacéuticas
[14].
“Es necesario examinar al completo las implicaciones comerciales de la investigación del embrión y de la célula madre. De no ser así todos podríamos vernos atrapados en un futuro de eugenesia comercial”
[15]
1.4. Situación en España.
El proyecto de Ley sobre Técnicas de Reproducción Humana Asistida
[16], además de legislar sobre técnicas de reproducción asistida, trata aspectos totalmente distintos como son la clonación, la experimentación e investigación con embriones, la selección de embriones mediante técnicas de diagnóstico genético o la posibilidad de crear “bebes medicamento”, con lo que se ratifica lo íntimamente unidos que están estos temas.
En esta ley se utiliza el término preembrión para referirse al embrión de menos de 14 días de vida. Sin embargo este término no cuenta con un respaldo amplio de la comunidad científica
[17], y los argumentos utilizados para describirlo han sido rebatidos científicamente en multitud de ocasiones. Con este lenguaje se pretende “deshumanizar” el embrión.
Sin embargo la ley va mucho más allá del mero camuflaje lingüístico. Por un lado, se olvida de cualquier medida de protección de la vida humana en estado embrionario. Por otro, convierte al embrión, a un ser humano, en mero material apto para la investigación, para la experimentación.
En su artículo 12, la ley permite el diagnóstico preimplantacional, mediante el cual pueden seleccionarse a los embriones sanos para ser implantados en el útero de la mujer, eliminando a los enfermos, abriendo así la puerta a prácticas eugenésicas.
El texto, en su artículo 1 prohíbe expresamente “la clonación de seres humanos con fines reproductivos”. Sin embargo, permite la clonación mal llamada terapéutica, en la cual se crean seres humanos idénticos con el hipotético fin de curar enfermedades de terceras personas. Es decir, se abre en España la puerta a la fabricación de clones.
Además, mediante esta técnica se permite crear embriones (seres humanos) con el único fin de ser utilizados para curar a un hermano enfermo, seleccionando para esto al embrión compatible y eliminando al resto, aunque estén sanos, por el solo hecho de no compatibles. Se permite así la creación de "bebés medicamento", cuya vida se convierte en un medio y no en un fin en si misma.
Hasta ahora se ha hablado de gestar a un hijo vivo con intención de curar a otro, pero en breve no será necesario gestarlo y parirlo bastará con procrearlo y extráele las células madre.
En su artículo 15 permite la investigación con embriones. El hombre en estado embrionario queda a merced de los intereses económicos de grandes empresas y clínicas privadas, a merced de la ambición de los investigadores.
Además se elimina el límite de ovocitos a fecundar, creando así un “excedente” de materia prima cuyo destino final será la crioconservación o la muerte a manos de los científicos e investigadores, destinos ambos incompatibles con la dignidad del ser humano y su derecho a la vida.

[1] Cf. J. Gafo, Problemas éticos de la manipulación genética (Madrid, Ediciones Paulinas, 1992), 73.
[2] Cf. N. López Moratalla, ¿Qué es clonar? (Murcia, Asociación Española de Bioética y Ética Médica, 2004), 385.
[3] Cf. J. Gafo, o. c. (nota 1), 240.
[4] Ibídem, 240.
[5] Cf. N. López Moratalla, o. c. (nota 2), 390.
[6] Cf. N. López Moratalla, Clones humanos, en: Revista Cuadernos de Bioética, nº 55 (2004), 390.
[7] Cf. J. R. Amor Pan, Introducción a la bioética (Madrid, Promoción Popular Cristiana, 2005), 417-421.
[8] Cf. P. R. Gindoff, Clonación por separación embrionaria, en: Fundación de Ciencias de la Salud, En las Fronteras de la Vida: Ciencia y Ética de la Clonación (Madrid, Doce Calles, 1998), 61.
[9] Cf. J. Rifkin, El estudio de las células madre: El plan comercial oculto, en: El País (7.9.2001), 11-12.
[10] Cf. E. Bonnín, Ingeniería genética y células madre. Aspectos éticos, en: Vida Nueva (2005), 28-29.
[11] Cf. Ibídem, 28-30.
[12] Cf. V. Bellver Capella, Bioética de las células madre (Asociación Alcalá, Jaén, 2001), 331.
[13] E. Bonnín, a. c. (nota 28), 29.
[14] Cf. J. Rifkin, a. c. (nota 9), 11-12.
[15] Ibídem, 12.
[16] Proyecto de Ley sobre Técnicas de Reproducción Humana Asistida, aprobado por Congreso de los Diputados el 16 de febrero de 2006. (véase apartado 3.2.1. de esta memoria).
[17] Cf. N. Blázquez, Bioética. La nueva ciencia de la vida (Madrid, Biblioteca de Autores Cristianos, 2000).2), 117-123.

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